domingo, 26 de marzo de 2017

Las Sinsombrero fueron el símbolo de una época



Las mujeres llamadas  “Sinsombrero” fueron aquellas mujeres de la generación del 27 que junto a grandes artistas como Salvador Dalí, Pablo Neruda, Federico García Lorca, poseían un gran talento artístico que no le fue reconocido por el hecho de ser mujeres. Con el tiempo y cansadas de esto, se reivindicaron ante una sociedad, la del país, basada en el machismo.
       
Las principales mujeres sinsombrero fueron ocho: Concha Méndez (escritora), Marga Gil-Roësset (ilustradora y escultora), Josefina de la Torre (actriz y escritora), Maruja Mallo (pintora), Ernestina de Champourcín (poeta), Rosa Chacel (escritora), María Teresa León (escritora) y María Zambrano (filósofa).

En primer lugar, estas ocho mujeres fueron mujeres valientes y unas grandes emprendedoras, sin ser conformistas y, sobre todo, luchadoras por los derechos de las mujeres y por lo que ellas de verdad querían ser.
En esa época, todo giraba en torno al hombre, se trataba de una sociedad machista. Por eso, es un gran mérito lo que hicieron, es decir, romper aquellas barreras que existían, aunque solo fuera el principio de algo que actualmente está más igualado.

Cada una de ellas se dió a conocer, tanto nacionalmente como internacionalmente, gracias a su talento. Pese a que de esa época tenemos más constancia de los hombres, ellas han sido de las pocas que consiguieron ser un poco más conocidas, ya que fueron ellas las que rompieron con esos estereotipos. Es más, la mayoría de las mujeres ni siquiera tenían una figura propia, no eran conocidas por su nombre sino que se les conocía como “la mujer de…”, es decir, delante de una mujer siempre había un hombre.

Además, los historiadores eran siempre hombres y reflejaban la historia basada en su opinión, sin tenerlas en cuenta, y dejando de lado a grandes artistas, incluso mejores que ellos. Por este motivo, tenemos la opinión de que las mujeres tenían una libertad muy limitada, y tenían todo el derecho de poder poner fin a este pensamiento machista.



En conclusión, cada paso que dieron, cada actuación que demostraron, ha permitido un avance en el papel de la mujer dentro del mundo. A ellas aún se las tiene en cuenta gracias a su gran talento profesional y por su fuerza de no conformarse, de tratar de conseguir lo que se propongan, sin temor al qué dirán ni al que harán. Un ejemplo de esto lo cuenta Concha Méndez al ser apedreadas la primera vez que se quitaron el sombrero.


Concha Méndez narra una de las experiencias que sufrió de pequeña, víctima del machismo en esta sociedad: un dia cualquiera en casa con su familia, apareció un hombre amigo de su padre y preguntó a sus hermanos que les gustaría ser de mayor. Concha esperando que le pregunta también se dirigiera a ella respondió que quería ser capitán de barco. El hombre sorprendido al escuchar la respuesta de Concha le dijo que ella nunca sería nada por el simple hecho de ser mujer.




Andrea Bonilla y María García

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